¿INTEGRACIÓN REGIONAL, PARA CUANDO?

Sin duda alguna todos hemos escuchado algo sobre integración regional, en discursos y slogans de campaña, intervenciones oficiales y en análisis económicos, lo más reciente en este tema son las estrategias de intervención derivadas del acuerdo de la habana, estas proyectan, entre otras cosas,  la región como unidad de planeación del desarrollo hacia paz.

También la sabiduría popular por años nos ha enseñado sobre el concepto de región, nuestros abuelos lo hacían, a diario en sus relatos se referían a la región como ese sujeto inmaterial que estaba ahí, en el que todos convivíamos y nos relacionábamos diariamente.

Ellos vivían lo regional como el espacio donde la oferta de bienes y servicios ambientales disponibles, subsanaba las demandas para la supervivencia de las familias y veredas. Es decir, sin los límites políticos introducidos por la división administrativa y los mapas y ni qué decir del concepto de región de nuestras comunidades indígenas, para ellas toda delimitación territorial es arbitraria en la medida en que es impuesta y la tierra es su mejor aliada.

Por donde los miremos, el concepto de región supera los límites administrativos, políticos y geográficos a los que estamos acostumbrados cuando hablamos de municipios.

Dice la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en el texto Integración regional: hacia una estrategia de cadenas de valor inclusivas, que ¨la integración regional o la región  es un proceso multidimensional, cuyas expresiones incluyen iniciativas de coordinación, cooperación, convergencia e integración profunda, y cuyo alcance abarca no solo las temáticas económicas y comerciales, sino también las políticas, sociales, culturales y ambientales¨. (Negrillas fuer del texto)

Por supuesto el concepto de integración regional del que se trata anteriormente, no es el descrito en el artículo 307 de la CPC, en el que una región administrativa o de planeación puede previo a surtir un proceso convertirse en entidad territorial.

De lo que trata pues, la integración regional según el concepto de la CEPAL, es de que aun reconociendo la independencia y soberanía de cada entidad territorial, estas se junten y concurran por el bienestar social, cultural y ambiental de todos su ciudadanos y en bloque piensen  un modelo de ocupación y desarrollo regional que aborde las problemáticas locales con pensamiento global.

Caucasia por años ha sido la llamada  a liderar este proceso, no en vano le llaman la capital del bajo cauca, sin embargo, no ha estado a la altura de esta oportunidad muy a pesar de que tiene el sistema financiero más fuerte de la zona, un crecimiento urbano más o menos consolidado, la mayor presencia institucional y una buen conectividad vial que lo acerca al interior de Antioquia y a la costa caribe y córdoba, entre otras ventajas comparativas y competitivas.

¿Qué ha pasado entonces que no hemos liderado este proceso?

Lo que a malogrado el inicio de este proceso es el adanismo de nuestros dirigentes, pues carecen de visión de desarrollo en el largo plazo, no planifican el territorio pensando en un modelo de ocupación serio y sostenible, basta con mirar los POT que hemos tenido, todos enfocados en usos y actividades económicas que no preparan a Caucasia para la integración regional, pero que si ponen el suelo al servicio de la especulación, no se usan adecuadamente las herramientas de gestión y lamentablemente aun estando en pleno siglo XXI creemos que lo rural es lo opuesto a lo urbano.

La integración regional es urgente, es una necesidad que tienen los municipios para hacer frente a hechos de porvenir que ya están a la vuelta de la esquina, el cambio climático, la generación de oportunidades para el empleo, el acceso a la educación y la implementación de la paz exigen integración regional.

Amanecerá y veremos si los nuevos alcaldes del bajo cauca y en especial el de Caucasia, juntan sus voluntades y emprenden esta tarea tan necesaria como pertinente.

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